1º Presentación, nudo y desenlace.
Era un día típico de invierno. La mañana amaneció gris, con una niebla
que no dejaba ver a tres pasos de donde estaba, Salí de casa camino a la
escuela, y cuando solo llevaba cinco minutos andando empezó a llover. Como todos los días desde que empezara el
curso, pasé por casa de mi amiga Eva a buscarla. Llamé al telefonillo:
-Aún me queda un rato.
Sube, me contestó con voz nerviosa.
Subí a su casa, me abrió la madre y me ofreció una taza de café mientras
Eva acababa de arreglarse. Miré el reloj y me dio un sobresalto: !sólo quedaban
10 minutos para la entrada al colegio¡. Salimos escopetadas, entramos en el
ascensor y…!!!!! puf¡¡¡ oímos un
chasquido. Nos quedamos paradas entre dos planta: ¡qué nervios¡. Encerradas y
un poco asustadas, me di cuenta de que no íbamos a llegar a clase. Llamamos al
servicio urgente de rescate, y rápidamente, después dos horas de encierro, llegó
el técnico, y estando un cuarto de hora ascensor para arriba, ascensor para abajo, con
la sensación de estar en una lanzadera. Salimos apresuradamente, llegando al
colegio a la hora del recreo. Todavía tuvimos tiempo de comentar con nuestras
compañeras esta pequeña aventura.
2º Descripción y dialogo.
Día 22 de junio,
ultimo día de colegio en el que todos celebrábamos la llegada del verano y nos
despedimos de nuestros amigos hasta el curso que viene. Para algunos un día terrorífico: La entrega de notas.
Somos seis hermanos,
cinco chicas y un chico. Las chicas nunca habíamos sido malas alumnas, siempre
aprobábamos, pero mi hermano: ¡hay mi hermano¡…. Llegamos a casa todos dispuestos a entregar las notas a
nuestros padres. Bueno, todos menos uno, mi hermano.
Fui la primera en
entregar las notas, por eso era la
mayor. Seguidamente, una tras otra, mis hermanas siguieron con el ritual de
entrega de notas a nuestros padres. Mientras tanto miraba de reojo a mi hermano.
Al ser el más pequeño era el último en entregarlas, pero no paraba quieto, se
le notaba algo nervioso. Tenía, como más tarde me contó, un sudor frio que le recorría toda la espalda.
Llego su turno.
-¿5 suspensos?
¡Cinco¡ ya esta bien , ni parciales ni finales- grito mi padre, mientras los
demás hermanos observábamos .
-¿Sabes por que esta
pasando esto? Porque lo tenéis todo hecho y os cansáis solo con mirar, así os
va. Pero te voy a decir una cosa, el que esta estudiando eres tu, el que tiene
que estudiar eres tu, porque yo ya tengo la vida hecha.
Mi hermano aguantaba
con cara de resignación y asintiendo con la cabeza.
Mi padre continúo con
el rapapolvo de que en su época no había facilidades, que tenia que andar una
hora ida y otra vuelta para ir a la escuela, más dieciséis horas en la escuela
y otras seis trabajando en el bar…
En seguida mi hermana
Lucia salto: - Cómo antes los días no tuvieran cuarenta horas a mi no me salen
las cuentas…
Todos nos reímos,
menos mi padre que esperaba una contestación.
- Pero antes no había
tantas asignaturas como ahora, antes con los cuadernillos de rubio, y aprender
las cuatro reglas y cuatro cancioncillas bastaba…- Contesto mi hermano todo
lleno de su razón.
3º 3 Líneas de presentación
Verano para mí
siempre ha sido sinónimo de: calor, vacaciones, playa, piscina, pueblo, amigos,
helados… Este año algo cambiaba. Después del ultimo día de colegio, nos íbamos
al aeropuerto a coger un avión que nos llevaría a……
No hay comentarios:
Publicar un comentario