Hoy he leído un artículo de Sergio c. Fanjul en el periódico “El País” en el que se informaba de la realización de un libro homenaje al escritor francés Raymond Queneau hecho de páginas cortadas a tiras con un verso en cada una permite crear miles de combinaciones poéticas
¿Cuántos poemas caben en un libro de poemas? Es difícil estimar la cifra, pero seguro que este es el libro de poemas que más poemas contiene: 10 elevado a 14 poemas, es decir, un uno seguido de 14 ceros, es decir, cien billones de poemas. Aún así, queda más bonito decir Cien mil millones de poemas (quitando tres ceros, dividiendo entre mil), y es así como ha titulado la editorial Demipage su homenaje al escritor francés Raymond Queneau y la celebración del 50 aniversario de su Cent mille milliards de poèmes, publicado en 1961, que contiene el mismo número de poemas, escritos por el propio Queneau.

Raymond Queneau, escritor loco y juguetón, fue el fundador en 1960 de Oulipo, el Ouvroir de littérature potentielle (Taller de literatura potencial) donde, en compañía de otros autores que siempre escarbaron en los límites de la escritura, como George Perec, Italo Calvino o Julio Cortázar, idearon jaulas literarias de las que luego intentaban escapar e investigaron nuevas formas y estructuras para los escritores del futuro. "Aunque parezcan bromas, eran escritores muy serios y metódicos, que se proponían unos retos imposibles, que casi se volvían locos tratando de resolverlos, pero que lo conseguían", explica David Villanueva, editor de Demipage. Famosa es, por ejemplo, la novela de Perec La Disparition donde no aparece la letra e, la más habitual en francés, o Les Revenentes, ¡donde solo aparece esta letra! Antes de Oulipo, Queneau ya había escrito los célebres Ejercicios de estilo, hoy en día casi obligatorios en cualquier curso de escritura creativa que se precie, en el que narraba de 99 maneras diferentes un incidente trivial en un autobús de línea.
"Además de homenajear a Queneau, se trata de reivindicar un poco la literatura como juego y la poesía como algo de todos y para todos, algo que no solo hace el poeta, sino que se hace a medias con quien la lee", dice Villanueva. "También de reivindicar el libro como objeto en estos tiempos inciertos, de ofrecer algo que difícilmente se puede reproducir en la pantalla de un ordenador o de un ebook". El libro, además, se convertirá en exposición donde se expondrán los sonetos, documentales sobre Queneau y se podrán componer poemas con los 140 versos que forman el libro, al modo de como se hace con esos imanes tan de moda que hay en la nevera de cualquier letraherido. Lo cierto es que este libro es un buen regalo y una muy buena compra: por 25 euros ofrece doscientos millones de años de lectura ininterrumpida, sin parar comer o beber. Su hambre lectora estaría saciada ya para siempre.